Unlocked

viernes, 11 de mayo de 2012


Ahora que puedo despedirme como quisiera haberlo hecho entonces, ahora que puedo ser objetivo con este “adiós”, ahora que ya nos hemos hecho daño… Ahora que ya hemos roto corazones, ahora que no sé si cuando me marche volveré a verte algún día... Te pido perdón ahora, te pido perdón por todos los viajes que no hemos hecho, por todos los lugares a los que no fui contigo por falta de tiempo, perdón por haberte dado demasiados abrazos, perdón por haberme sentido feliz a tu lado, por haberte comido a besos y a mordiscos... Perdón por no saberte cantar canciones, por levantarme despeinado, por ser lo primero en lo que pensaba al despertar...


Te pido perdón por sentir todo lo que sentí, porque te abracé demasiado fuerte y con demasiadas ganas, porque te cogí de la mano y no quise soltarte. Te pido perdón porque quise hacerte el amor en todas partes, perdón por lo poco que te llamé por teléfono, por no enviarte demasiados mensajes y por ser ya tarde cuando me di cuenta de todo. Perdón porque te dije cosas que no sentía cuando me enfadé y tonteé para hacerte sentir celos, perdón por querer quitarte los enfados con abrazos y besos, por no saber enfadarme, por no saber decirte que no.


Perdón porque creí que la distancia sólo separaría nuestros cuerpos y no nuestros corazones, porque no quise dejar de sorprenderte, perdón si no te hice caso cuando me decías algo. Te pido perdón así, de este modo, porque no te conté todo, no te dije el miedo que me daba que todo terminara algún día. Te pido perdón por el momento en que te dije que te quería...


Y vengo a despedirme ahora que tengo que irme, ahora que tengo miedo, ahora que aún tiemblo si sé que vas a aparecer por la esquina. Así que, te regalo una despedida antes de marcharme del todo, porque tal vez mañana te dejaré una hoja en blanco pero no sabré qué decirte, y es que siempre se me dieron mal las despedidas... Pero aún así, espero siempre poder abrir el álbum de fotos de mi memoria y pensar que valió la pena conocerte, aunque por entonces no supiera decirte adiós. Y que esta despedida sirva para recordarnos siempre por qué te quedas y por qué yo me marcho.







0 comentarios:

Publicar un comentario