Story To Be Told

miércoles, 24 de agosto de 2011



La vida es un viaje, no un destino... Y me gusta recordar y tener presente todas las paradas en las que me he detenido a estacionar.

La última de ellas ha sido Toronto. Otro continente, otro país, otra ciudad, otra clima, otro horario, otro ritmo de vida, otra gente...

Aquí he desconectado totalmente de todo a lo que me había habituado. Sin problemas, sin preocupaciones, con la mente ocupada pensando en qué ir a ver, qué y cómo decir las cosas, qué hacer cada día, a quién conocería, qué pasaría...

Han sido tres semanas geniales pero que, como todo, llegan a su fin. Tuve miedo de venir aquí porque no sabía qué me deparaban estos veintiún días y ahora no quiero volver porque no sé exactamente qué es lo que me espera allí.

No tengo ganas de volver a la misma rutina y menos tras ver todas las posibilidades y oportunidades que se pueden llegar a tener. Pero bueno, si de algo me ha servido todo esto ha sido para cambiar mi forma de ver las cosas, dejar de preocuparme por tonterías, centrarme en cosas que realmente valgan para algo y dejar de desperdiciar mi tiempo con cosas inútiles y gente que no merece la pena.

Porque aún me quedan montones de cosas que aprender, montones de cosas por ver y gente increíble por conocer con la que poder hablar más de cinco minutos de algo interesante.

Y es que la vida sigue y el viaje continúa... (:


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